El pasado 25 de mayo se vivió el Retiro Anual de la Comunidad Evangelizadora para la Reconciliación y el Servicio (CERS) fue un tiempo de gracia, renovación espiritual y profundo encuentro con Dios. Realizado en un ambiente de oración, reflexión y fraternidad, el retiro reunió a numerosos fieles deseosos de fortalecer su vida cristiana y reavivar su compromiso evangelizador.
Contamos con la valiosa participación de destacados servidores de la Palabra, quienes fueron instrumentos del Espíritu Santo para guiar a los asistentes a través de enseñanzas llenas de sabiduría, fe y pasión misionera. El Padre Leoncio Olvera, msp, con su estilo directo y profundo, ofreció reflexiones que tocaron el corazón. La Hermana Socorro Becerra, hmsp, compartió con ternura y claridad sobre el llamado al servicio desde la reconciliación. El Padre Modesto Lule, msp, con su entusiasmo y claridad doctrinal, ayudó a iluminar el camino del compromiso cristiano. Por su parte, la Hermana Guadalupe Lara, hmsp, brindó enseñanzas prácticas y llenas de fe, enfocadas en la vivencia del discipulado en la vida cotidiana.
Uno de los momentos más significativos del retiro fue la Santa Eucaristía, presidida por el Padre Moisés Vivar, cuya homilía encendió en los corazones el deseo de vivir con mayor fidelidad el llamado de Cristo. Su cercanía y profundidad pastoral hicieron de este momento litúrgico una verdadera cumbre espiritual del encuentro.
A lo largo del retiro, se vivieron espacios de adoración, reconciliación y comunión fraterna, que dejaron huellas imborrables en los corazones de los participantes. La comunidad CERS reafirmó su identidad y misión evangelizadora, saliendo fortalecida para continuar siendo testimonio de reconciliación y servicio en el mundo de hoy.
Sin duda, este retiro anual fue un regalo del cielo, un llamado a seguir caminando como Iglesia viva, guiada por el Espíritu, en la alegría del Evangelio.
