El pasado 26 de julio, el Centro Internacional de Espiritualidad Misionera (CIEM) abrió sus puertas para recibir a más de cinco mil jóvenes provenientes de distintos rincones de México y del extranjero. Todos llegaron con el mismo deseo: vivir un encuentro profundo con Cristo en el marco del FAITH 2025, un evento que este año se consolidó como uno de los más significativos para la juventud católica.
Desde las primeras horas de la mañana, el ambiente se llenó de energía con cantos, dinámicas y momentos de oración comunitaria. Los jóvenes, organizados por grupos, fueron participando en actividades que combinaban formación, reflexión y convivencia fraterna. Se ofrecieron charlas que abordaron los retos actuales de la juventud, testimonios de fe que conmovieron y espacios para el silencio y la oración personal.
El corazón espiritual del evento fue la Eucaristía, presidida por Monseñor Ramón Castro, obispo de la diócesis de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano. En su homilía, Mons. Ramón invitó a los jóvenes a no dejarse robar la esperanza y a recordar que Cristo es el único que da sentido pleno a la vida. Sus palabras, cercanas y directas, resonaron en un auditorio que escuchaba con atención y gratitud.
La tarde continuó con talleres temáticos, momentos de adoración eucarística y confesiones, donde muchos jóvenes tuvieron la oportunidad de reconciliarse con Dios.
Ya entrada la noche, llegó uno de los momentos más esperados en el plano musical: la presentación del grupo colombiano Fruto del Madero, que con sus alabanzas y ritmos contagiosos cerró la jornada con un ambiente de oración, alegría y gratitud a Dios. Aunque su participación fue breve en comparación con el resto de actividades, dejó huella en el corazón de los presentes.
FAITH 2025 fue mucho más que un evento: fue una experiencia de fe viva, un espacio para redescubrir la presencia de Dios, para encontrarse con hermanos de camino y para renovar la misión de ser luz en medio del mundo.